Este libro me lo leí en el verano [de 2010]. Es un best-seller escrito claramente para ser transformado en celuloide. El autor, Michael Crichton, es un prolífico escritor estadounidense cuyos libros no pocas veces terminan en la pantalla grande: Jurassic Park y su secuela El Mundo Perdido, El Hombre Terminal y Sol Naciente, por mencionar algunas.
Estado de MiedoState of Fear– (Círculo de Lectores, 2006; DEBOLS!LLO, 2015) trata de cuatro personas: un abogado ambiestalista, la asistente de un magnate ambientalista y dos agentes de EPA, la Agencia de Protección Ambiental del Gobierno de Estados Unidos, que recorren el mundo intentando sabotear una serie de atentados ecoterroristas. La fábula es bien básica: el protagonista, Peter Evans, es un héroe por casualidad (de la misma onda que Alan Grant en Jurassic Park) metido en un gran lío; las aventuras tienen mucha acción y situaciones límite y es tremendamente gráfico, en este sentido creo que la narración está muy bien lograda. El libro, si bien es largo, se lee rápido y entretiene.
Ahora, el contexto de la novela. Para ser un best-seller tiene harta enjundia. Es una novela muy política y se pone en una situación que quiebra el punto de vista tradicional acerca de la ecología y los movimientos ambientalistas. Aqui, los ecologistas son los malos, de hecho son terroristas: inventan todo el discurso social acerca del calentamiento global y producen artificialmente sus consecuencias. Están ocupados de abarcar la mayor prensa posible, seducir a los actoricllos hollywoodenses para salvar el planeta y conseguir millonarias donaciones para hacer sus investigaciones, sus seminarios y mantener un estilo de vida de ricos y famosos.
Un pequeño pasaje de la novela es, desde mi punto de vista, la clave. De hecho, es la que le da el título a la novela. Un sociólogo, catalogado de buscaproblemas por los mandamases ambientalistas, irrumpe en un seminario para insistir con su teoría de que todo eso es una patraña comunicacional barata, desarrollada únicamente por las fuerzas de control social que intentan mantener un estado de miedo en la población. Una especie de estado orwelliano creado con las herramientas a disposición del sistema liberal: la prensa y el discurso político.
El libro está lleno de referencias científicas que son declaradas verídicas que tienden a desmentir el apoyo de la comunidad científica a la teoría del calentamiento global, pero el autor se desmarca de cualquier posición definitiva al respecto. Igual, por lo menos a mí, me clavó una enorme duda.